miércoles, 13 de febrero de 2013

Mientras más miro a mi alrededor, más me asusto. Quizá es hora de empezar a seguir solo mis pasos, como si fuera en círculo, para vivir siempre lo mismo, en vez de ser lastimada por actos de terceros. Aveces, también  me dan ganas de sentar a cada una de las personas que una vez fueron parte de mí y decirles lo mal que una vez me hicieron, para que se den cuenta que no son tan geniales como creen; que sus palabras y sus actos dañan, dañaron... 
Que bueno, y que liberado que se siente el corazón, cuando a las personas que mintieron les podes desmentir en la cara las cosas que alguna vez ellos inventaron. QUE BUENO!

Tranquila anda ahora mi alma, 
sabiendo que por decírtelo en la cara, 
obtuve la calma.

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